Due to popular demand...
He observado con deleite que aún quedan -aunque sea en un espacio virtual como éste- personas educadas y con modales que aborrecen como yo de la grosería y la ordinariez prosaica que tanto se destila últimamente. No obstante lo anterior, y antes de actuar de manera gentilmente recíproca a la atención de ése gentilhombre que demuestra de forma axiomática que la educación debe mostrar vocación de normalidad y no excepcionalidad, debo ocuparme de azotar levemente a otro reciente ignaro contumaz. Un presunto ano que se apellida nimo me dice algo así como que hecha de menos a mis vivencias pero no a mí. Uff! La simpleza de raciocinio del Sr.Ano, alias nimo, le hace cometer una antinomia que, en tiempos pretéritos de más calado intelectual, en los que todos eran conscientes de que la facultad de pensar era un don que había que trabajar y no creerse que por saber unir sílabas de forma mediocre ya se era digno de escuchar, no se puede tildar más que de muy deficiente (te pongo un 1 por haber puesto aunque sea el escatológico nombre de ano). Intentaré explicarle, Sr. Ano, en términos claritos, que las vivencias de alguien y ése alguien son elementos consustanciales (homoiusia, en griego) que no se pueden escindir. Así, Ubi van Doren, Ibi mementiis iste y, a sensu contrario, Ubi mementiis, Ibi Van Doren (el retruécano empleado realmente llevaría la forma verbal en subjuntivo, pero por razones de economía sintáctica prescindo de él). Por si todavía no te has enterado, Ani, sin mí no hay vivencias, sin mí no hay satirismo en la web, sin mí y sin la valentía de mis líneas tú no eres nada, salvo tal vez nada más que otro cobarde sin la suficiente imaginación como para adoptar un nombre evocador o gracioso. Vae Victis, Ano.
Y tú, gentilhombre, no haces sino corroborar lo que vengo presintiendo desde hace lustros, pues debo darte la razón en lo que atañe a tu agudo enfoque acerca del hábitat sátiro. En estos tiempos de sequía pertinaz, en los que la sabana nocturna está muerta y los depredadores hibernan forzosamente por la escasez de presas dignas de morcegueo, en estos tiempos, como digo, de abominable moda unisex y zapatones Dr.Termanns, claro que se echa de menos el serengueti que fue el Rosso y el Massai Mara del baobab. Recuerdo como si fuera ayer esos aledaños de Argüelles, esa Alameda Marqués de Comillas y ésa continua llegada de pibas y pibas por doquier. Si la caza de pijas hubiese sido deporte olímpico, la sede central de la competición habría sido el Rosso. Confieso que allí creí enamorarme por primera vez de unas piernas como dios manda (la propietaria de las mismas era un bombón moreno hija de un afamado dentista de la capital); allí sentí también por vez primera el irreflenable deseo de desgarrar brutalmente un jersey Benetton azul marino y blanco con el único motivo de saber la dimensión real de esos senos ocultos. Era un duro territorio de caza, pues los pijos granulados y tísicos, a pesar de su enclenque y enfermiza constitución, contaban con las letales armas del abolengo y el tronío de su fuste, y las pijas ya se sabe...
El Baobab (el relatado Bao) era otro territorio de caza interesante -además de ser el lugar donde se pudo observar por vez primera el curioso fenómeno llamado El Efecto Chernobyl- y un lugar mucho más salvaje que el anteriormente citado Rosso y, puesto que nació con vocación de lugar para pijos descarriados, la categoría de las presas era mucho más ecléctica. Niñas del Salus Infirmorum (boccato di Cardinale), bravas de las Esclavas, el aluvión de pijas de Cortadura, las sí pero no de Salesianas y una miscelánea heterodoxa inclasificable (con sus guarras oficiales y todo, oiga) desfiló, durante los casi dos lustros de hegemonía gallega en la noche gaditana, en sentido descendente-ascendente hacia el antro poco iluminado y peor aireado del sótano que llamaban pista de baile. Una lágrima salada resbala por mi afeitada y masculina mejilla al recordar sólo éstas pinceladas, gentilhombre, pues has tocado una fibra muy importante de mi evolución sátira al hacerme hablar sobre esos maravillosos antros. Va por tí y por todas aquéllas incautas que no supieron lo que tenían a mano y se perdieron -algunas, por desgracia, para siempre- el caudal de lujuria y lascivia adolescente que les habría dado la oportunidad de vivir para recordar.
Sobre el Gran Wisecarver prometo un artículo entero, habida cuenta que tan insigne sátiro -todavía tiene que practicar más- se merece una semblanza completa, y no unas meras líneas.
Seguid soñando y vuestros sueños se harán realidad.
Y tú, gentilhombre, no haces sino corroborar lo que vengo presintiendo desde hace lustros, pues debo darte la razón en lo que atañe a tu agudo enfoque acerca del hábitat sátiro. En estos tiempos de sequía pertinaz, en los que la sabana nocturna está muerta y los depredadores hibernan forzosamente por la escasez de presas dignas de morcegueo, en estos tiempos, como digo, de abominable moda unisex y zapatones Dr.Termanns, claro que se echa de menos el serengueti que fue el Rosso y el Massai Mara del baobab. Recuerdo como si fuera ayer esos aledaños de Argüelles, esa Alameda Marqués de Comillas y ésa continua llegada de pibas y pibas por doquier. Si la caza de pijas hubiese sido deporte olímpico, la sede central de la competición habría sido el Rosso. Confieso que allí creí enamorarme por primera vez de unas piernas como dios manda (la propietaria de las mismas era un bombón moreno hija de un afamado dentista de la capital); allí sentí también por vez primera el irreflenable deseo de desgarrar brutalmente un jersey Benetton azul marino y blanco con el único motivo de saber la dimensión real de esos senos ocultos. Era un duro territorio de caza, pues los pijos granulados y tísicos, a pesar de su enclenque y enfermiza constitución, contaban con las letales armas del abolengo y el tronío de su fuste, y las pijas ya se sabe...
El Baobab (el relatado Bao) era otro territorio de caza interesante -además de ser el lugar donde se pudo observar por vez primera el curioso fenómeno llamado El Efecto Chernobyl- y un lugar mucho más salvaje que el anteriormente citado Rosso y, puesto que nació con vocación de lugar para pijos descarriados, la categoría de las presas era mucho más ecléctica. Niñas del Salus Infirmorum (boccato di Cardinale), bravas de las Esclavas, el aluvión de pijas de Cortadura, las sí pero no de Salesianas y una miscelánea heterodoxa inclasificable (con sus guarras oficiales y todo, oiga) desfiló, durante los casi dos lustros de hegemonía gallega en la noche gaditana, en sentido descendente-ascendente hacia el antro poco iluminado y peor aireado del sótano que llamaban pista de baile. Una lágrima salada resbala por mi afeitada y masculina mejilla al recordar sólo éstas pinceladas, gentilhombre, pues has tocado una fibra muy importante de mi evolución sátira al hacerme hablar sobre esos maravillosos antros. Va por tí y por todas aquéllas incautas que no supieron lo que tenían a mano y se perdieron -algunas, por desgracia, para siempre- el caudal de lujuria y lascivia adolescente que les habría dado la oportunidad de vivir para recordar.
Sobre el Gran Wisecarver prometo un artículo entero, habida cuenta que tan insigne sátiro -todavía tiene que practicar más- se merece una semblanza completa, y no unas meras líneas.
Seguid soñando y vuestros sueños se harán realidad.
5 comentarios
lolo -
GENTIL HOMBRE -
Si queridos satiros sed como yo sincero dejaros de eufemismos y confesad q es lo q más atra de una buena pieza eso so lo de siempre LAS TETAS.A esa pregunta siempre hipócrita de ¿que es en lo primero q te fijas en una mujer? siempre hay algún q otro engañabobos q cita las tipicas respuestas standar y por extensión siempre bisoñas: en los ojos, en la persona, en su arrolladora personalidad...Necedades y ganas de marear la perdiz todos los q somos del género homo nos fijamos en los mismo y yo siempre respondo lo mismo LAS TETAS con las consabidas miradas de indignación femeninas y con la consiguiente estampida en la mayoria de los casos aunque si sale bien ya se sabe.
¿Que se puede esperar de una generación de satiros como la mia educado en la abundante lactancia de Sabrina, Danuta Lato, Samantha Fox,Tracy Lords...¿Que me dicen de los primeros top less en la victoria o en la playita de las mujeres?.Eso a nosotros nos gustan eso..LAS TETAS y no esa anorexia galopante con la q se nos castiga en los ultimos tiempos todas cuidan sus caderas y ya ni hablar del panderon pero estan descuidando el rasgo mas distintivo de la mujer desde Altamira hasta la actualidad:LAS TETAS.Por que amigos quien no se ha preguntado mas de una vez quien seria el pivon q posó de aquella manera para la famosa venus de milo.Nada amigos q hay q reinvidicar de nuevo a la tetona de ayer a Silvana Mangano a la Loren y a Anita Ekberg y su baño en la fontana de Trevi y sin más me despido animando a todos y a todas a q ya q estamos en carnaval sean consecuentes y cumplan el sacrosanto dicho gaditano de q ESTO ES CADIZ Y AQUI HAY Q MAMAR.
pokapeski -
GENTIL HOMBRE -
A principios del s XIX tuvo el principe de la paz la brillante idea de venir hasta cádiz y con ocasión de su llegada según las cronicas se engalanaron las calles y incluso hubo corridas....de toros en san antonio.
En estas fiestas q se avecinan, los carnavales, o mejor dicho los apretones para nosostros los satiros, nuestra comunidad se ve agasajada con la visita de pokapeski.Si, salvo hecatombe nuestro satiro más europeo llega desde flandes con su pica hasta los carnavales.Creo queridos hermanos q debemos recibir a tal ejemplo de satirismo ilustrado como se merece ya q hasta nuestra urbe podria traernos las últimas novedades y conocimientos acerca de las mujeres del viejo continente.Aunque si les digo la verdad cuando llega siempre le tengo q reiterar el ostracismo al q nuestro colectivo se ve abocado en un lugar donde somos ya especie en extinción confio en q van doren nos sirva un dia de anfitrion y q juntos podamos rendir un bonita jornada de cultos a dios baco y si es acompañada por algunas ninfas mejor q mejor, aunque ya no sean aquellas mágnificas bailarinas de gades a las q la historiografia romana hace sucinta referencia por que amigos satiros ha habido, hubo y habrá siempre.Por lo demás reiterar mi más sencilla admiración por la estiística prosa de van doren
GENTILHOMBRE -