Van Doren Imperator
Poca gente se ha llegado a preguntar en serio no ya en qué época histórica le hubiera gustado nacer y vivir, sino en qué honesta ocupación le hubiese gustado emplear sus horas de vida, de haber podido elegir. Yo, satirillos, lo tuve siempre muy claro desde el principio. Hasta me cortaría mi magnífico y desmesurado Cetro del Poder por haber sido Emperador Romano. Sí creeis que lo sabeis todo sobre la degeneración de los Césares porque habéis visto esa patraña urdida por la enfermiza pluma de Robert Graves llamada Yo, Claudio y además pensáis que Cayo Druso Tiberio Nerón Germánico (er Calígula)era un auténtico degenerado, lamento contradeciros, nenes, pues el zapatillones -mote que le pusieron las legiones de su padre en Hispania y que es el verdadero significado de la palabra Caligula- era un mariquita en cuestiones de degeneración. Su madre, Agrippina la menor, le daba diez mil vueltas y media. Sabed, aspirantes, que de los primeros quince emperadores romanos, solamente Cla-Cla-Cla-claudio tenía gustos normales o heterosexuales. Calígula comparado con Cómodo es un opusino, Cómodo comparado con Heliogábalo es un niño de San Ildefonso -a pesar de que se nombró a sí mismo Emperatriz y masacró a todo el personal de su palacio por haberle faltado al respeto a su novio, un bello tribuno militar llamado Macrino- y Heliogábalo comparado conmigo no es más que lo que fue, una maricona histérica que no supo aprovechar su poder y acabó empalado por las lanzas de los pretorianos.
Yo sí que me lo montaría bien. Dispondría de una abundante provisión de esclavas germanas de largas trenzas y enormes ubres que me calentarían la cama al anochecer y al amanecer. Exigiría ser despertado todos los días con unas tonificantes felaciones realizadas por al menos cinco esclavas procedentes de Hispania, Galia, Dacia, Numidia y Nubia. Ordenaría ser transportado desde mi alcoba hasta el baño por una silla de manos con seis porteadoras negras desnudas que lavarían mi bello y apolíneo cuerpo sin escatimar ni tiempo ni mis ocurrencias, como frotarme la espuma del rostro por dos o tres parejas de inmensos senos, por poner un ejemplo. Terminadas mis abluciones matinales me entretendría un ratito depilando pubis galos, que siempre han tenido fama de ser abundantes, hasta que mis obligaciones con el Senado y el Pueblo de Roma me lo exigiesen. Es sabido que al satirín de Nerón le gustaba que un bello esclavito griego impúber le enjuagase el manubrio mientras escuchaba los largos y tediosos informes del Senado. Yo los escucharía dentro de mi piscina particular junto con veinte o treinta esclavitas griegas que me diesen unas friegas cuerpo a cuerpo para relajarlo y despejar y abrir mi mente a la pesada tarea de gobernar. Podría continuar con el realto de mi jornada pero el artículo sería larguísimo y alguien me podría tachar de vicioso...
Vae Victis.
Yo sí que me lo montaría bien. Dispondría de una abundante provisión de esclavas germanas de largas trenzas y enormes ubres que me calentarían la cama al anochecer y al amanecer. Exigiría ser despertado todos los días con unas tonificantes felaciones realizadas por al menos cinco esclavas procedentes de Hispania, Galia, Dacia, Numidia y Nubia. Ordenaría ser transportado desde mi alcoba hasta el baño por una silla de manos con seis porteadoras negras desnudas que lavarían mi bello y apolíneo cuerpo sin escatimar ni tiempo ni mis ocurrencias, como frotarme la espuma del rostro por dos o tres parejas de inmensos senos, por poner un ejemplo. Terminadas mis abluciones matinales me entretendría un ratito depilando pubis galos, que siempre han tenido fama de ser abundantes, hasta que mis obligaciones con el Senado y el Pueblo de Roma me lo exigiesen. Es sabido que al satirín de Nerón le gustaba que un bello esclavito griego impúber le enjuagase el manubrio mientras escuchaba los largos y tediosos informes del Senado. Yo los escucharía dentro de mi piscina particular junto con veinte o treinta esclavitas griegas que me diesen unas friegas cuerpo a cuerpo para relajarlo y despejar y abrir mi mente a la pesada tarea de gobernar. Podría continuar con el realto de mi jornada pero el artículo sería larguísimo y alguien me podría tachar de vicioso...
Vae Victis.
13 comentarios
Van Doren -
pokapeski -
pokapeski -
Divino Freir y padre Bhor, que aparezca tu sol y colme las ubres de tus hijas!!!
pokapeski -
pokapeski -
pokapeski -
Primero un mea culpa que mesquivoqué ayer, el Dios en cuestion era Freir que le dio un calenton y le dio un pon-pon-tulallevas al pibonaso de su hermana Freia. Despues de lo cual creo que montaron un freidó en comandita con un gallego. Y ahora la reconstruccion satiro-historica:
Fiodor Sttrujuasky -
Saludos desde el gulag
pokapeski -
Soil Takada -
Desde Nabosaki Sayonara
Soil Takada -
Poder realizar un viaje en el tiempo, teletransportarte al mundo de que haría las delicias de cualquier satirillo y ser cualquier personaje que rondé las noches mas perversas por la mente del sátiro común .Mi enferma mente me nubla mis deseos de ser un buen y honorable samurai , de velar por la seguridad de mi daimyo , resulta que soy un alma perdida, un ronin en busca de una buena casa de geishas en la cual pervertir hasta al perrito cascarrabias despeluchao que curiosamente tiene Señora de la casa. Solo de pensar en esas caritas blancas esos ojos rasgados, esos rojos labios minusculos dibujados encima de sus carnosos labios de porcelana ese kimono que aprieta unos senos voluptuosos y sudados, debido al calor de la prenda unido al del ambiente , esa cintura entrenada y domada ¡¡ufff!! Esas largas y tersas piernas , tan sensual en su caminar como en la lasciva imaginación de mi mente al imaginar ese triangulo de las Bermudas (en este caso de Nabosaki) en el cual todo lo que entra desaparece unos instantes para salir victorioso y repetir la hazaña . Soy un ronin no tengo amo ni señor , pero tengo muchas señoras dispuestas a darme amor, mi hazaña de salir victorioso de una refriega y acto seguido estar fornicando como un perro a geishas sin nombre pero con mucha historia , entre sus piernas.
Van Doren -
pokapeski -
Yo regalaria mi alma como un movil por asistir a los ritos de iniciacion sexual en los cultos Loki en la Dinamarca altomedieval. Mi alma y lo que hiciera falta.
AMERICO PREPUCIO -