Blogia
El Rincón del Sátiro

Mujeres

TOO MANY GIRLS, TOO LITTLE TIME...

Yeeaaahh, I, ve returned boys and girls...
Sí, queridos perdularios, finalmente la memoria ha vuelto a mí; me he podido escapar del frenopático gracias a la incomparable ayuda de Jean Paul Vorn (grandísimo sátiro, clase Typhoon, todo hay que decirlo) y heme aquí again para seguir siendo la última voz solitaria [ahora Caprile también se apunta al carro un`poco, no lo suficiente] en pro de la hembra curvilínea y generosa, de la rotundidad y la lozanía perennes, de la maggioratta brutal, oh my god...
Mientras tanto, y dado que hace tiempo que no pulsiono el teclado, creo que por hoy ya está bien, no sin antes pedir educadas excusas a Jean Paul Vorn (to be alive) por mi contumaz retraso y comprometerme a reeditar "El último tren a Katanga (Summer Review)"

Vae Victis.

TOO MANY GIRLS, TOO LITTLE TIME...

Yeeaaahh, I, ve returned boys and girls...
Sí, queridos perdularios, finalmente la memoria ha vuelto a mí; me he podido escapar del frenopático gracias a la incomparable ayuda de Jean Paul Vorn (grandísimo sátiro, clase Typhoon, todo hay que decirlo) y heme aquí again para seguir siendo la última voz solitaria [ahora Caprile también se apunta al carro un`poco, no lo suficiente] en pro de la hembra curvilínea y generosa, de la rotundidad y la lozanía perennes, de la maggioratta brutal, oh my god...
Mientras tanto, y dado que hace tiempo que no pulsiono el teclado, creo que por hoy ya está bien, no sin antes pedir educadas excusas a Jean Paul Vorn (to be alive) por mi contumaz retraso y comprometerme a reeditar "El último tren a Katanga (Summer Review)"

Vae Victis.

ELLAS SE LO PIERDEN...

A la vista de que este mundo perdulario virtual se ha convertido en mi último paño de lágrimas, voy a aprovechar para decir de una vez por todas lo que opino sobre ésa engañifa hipócrita que se ha tildado en llamar la liberación sexual de la mujer. Lo primero que se me ocurre es que es mentira, una gran mentira. Lo segundo que es mentira, una gran mentira y así puedo seguir hasta el cómputo íntegro de n factorial. Podría mostrar aquí mi enorme -todo en mí lo es- erudición desmontando las bases de ésa supuesta liberación sexual y demostrar que el libre albedrío en la elección de sus parejas no tiene ni remotísimamente nada que ver con la liberación de la mujer en el plano sexual. ¿Que nó? La culpa -o al menos gran parte de ella, para ser honestos- la tuvo Shere Hite, la cual con la publicación de su Informe sobre la Sexualidad Femenina a finales de los 70´s armó un gran alboroto y ciertamente supuso un magnífico toque de atención para la legión de reprimidas existentes en aquél entonces, pero no fue más allá de una radiografía de los problemas femeninos y de los delirios de alguna que otra histérica. Como casi siempre, el macho de la especie humana se lleva la parte del león y, por lo tanto, según Hite, es el responsable y culpable histórico de los tabúes femeninos y sus problemas de desarrollo emocional. Como lo anterior es mentira, doy por embuste la mayoría de las conclusiones de la Sra. Hite.

Lo verdaderamente indignante es que casi tres décadas despúes se sigan yuxtaponiendo la liberación laboral y la sexual. No existe liberación sexual femenina, puesto que dicho término es anfibológico -depende de su contexto exacto para no caer en ambigüedades- y tal y como está escrito lo único que define es que la mujer ya no se encuentra bajo el poderío y sumisión de su marido en el ámbito sexual (hasta hace muy pocos años la víctima de una violación brutal en el seno de su matrimonio no era considerada como perjudicada por un delito de violación; se consideraba como un "onus maritalis" el ofrecerse para aplacar las ansias lujuriosas y libidinosas de los maridos, y eso es lo que había...
Pero ahí acaba todo, pues la fisiología y los atavismos sociales y psicológicos reconducen nuevamente todo al punto en que a la profesora Hite tanto le sorprendió. Las pibas siguen siendo igualmente de difíciles ahora como hace treinta años. Es más, hace treinta y tantos años se dió una de las últimas etapas de casi libre albedrío en el plano sexual, pero no creo que puntúe mucho como tal porque en la época hippie se follaba a diestro y siniestro por un convencionalismo coyuntural y una jartá de tripis, así que la autonomía de la voluntad no era tal autonomía. Me reitero, no existe liberación sexual femenina, entendida como la facultad y posibilidad real y auténtica de hacer con tu sexualidad lo que te venga en gana por que ellas no quieren. ¿Qué porqué no quieren?, pues si Freud ya en 1929 se preguntaba lo mismo y no obtuvo respuesta, el infrascrito no va a obtener mejor resultado en sus pesquisas, sobre todo si no colaboran y se aplican a tan interesante estudio, pero si yo fuera piba...

Vae Victis.

EL ULTIMO TREN A KATANGA

Cinco de la mañana en cualquier antro de cualquier ciudad. El alcohol y el humo de los cigarrillos pesa sobre tu ánimo como una losa de mil toneladas. Ningún pibón de los que has visto ha mantenido contacto visual contigo durante tiempo suficiente para ser abducida por tu intenso magnetismo sexual. Lentamente te planteas tirar la toalla, el protector bucal, despedir a tu entrenador y al manager e incluso retirar tu ficha de la Federación de Sátiros, pues hace tiempo que la caza escasea y tu pene va peligrosamente cada vez más pareciéndose a un Joystick.
Desparramando la vista alrededor caes en la cuenta de que alguien te mira. ¡Oh, no! has captado la atención de ellas. Sí, de ellas. ¿Pero quienes son ellas? Un grupo de puretas que refleja en su mirada anhelante el deseo salvaje de ser poseídas por quien sea. Son feas o poco agraciadas -eran así ya en su adolescencia, juventud y madurez- y se ofrecen en su mirada a cualquiera que les sirva para olvidar las carencias afectivas o sexuales de su vida. No quieren nada más que ser atendidas como todas las mujeres, pero algo falló hace tiempo y ahora deambulan cual fantasmas por el limbo de la noche ansiando comprensión, atención, afecto, un poco de pum-pum (o un mucho)y una sonrisa cálida que prometa, aunque mienta, un poco de amor.
Nunca he tomado ese tren, he preferido marcharme a seguir haciendo muescas en mi Joystick a aprovecharme de ese grupo de viajeras con destino a Katanga, pues no puedo quitarme de la cabeza que, aunque lo niegue, dentro de poco ése mismo billete de tren será para mí.
Vae Victis.

Beyoncé Knowles.

No sé no como empezar a verter por escrito la inmensidad de sensaciones que me produce tan sólo nombrar en mi cerebro a está auténtica diosa pagana de ébano. Todos los epítetos y adjetivos del diccionario se quedan cortos y obsoletos para describir a esta Venus negra. Confieso sin pudor que pocas veces he sido capaz de ver el vídeo de Crazy in Love por completo -no se cómo pero siempre acabo en el baño- y es que, queridos perdularios, la nena es un auténtico y completo bastinazo. En el susodicho video la muy [...]se permite el lujo de sólo llevar como prendas una camiseta blanca de tirantes, unos shorts mínimos de tela vaquera y unos (¡hurra!) zapatos de alto tacón. Sólo los pibonazos despampanantes como ella pueden permitirse el lujo de vestir tan pocas prendas y eclipsar al mísmisimo astro rey. Por si fuera poco, tiene solamente 21 años, por lo cual me atrevo a vaticinar que aún no hemos visto nada. Imaginadala con cinco años más -el busto le crecerá, sus caderas se llenarán, (oh, dioooossssss, no puedo seguir)
Juro que la raptaría del macarra de su novio y me la llevaría a casa, la colocaría en una estancia y me pasaría el resto de mi puerca vida siendo su abyecto esclavo sexual, cuanto más abyecto mejor.

Melissa P.

Italia está escandalizada. Una joven adolescente de dieciocho años y aspecto virginal llamada Melissa P. ha publicado un libro llamado algo así como "Cien cepilladas de dientes antes de irme a dormir" en el que describe de modo explícito y -según la crítica- de forma abyecta, una vida sexual que dejaría en pañales a la mismísima Annabel Chong (una actriz porno que en una célebre ocasión se lo montó en una peli con DOSCIENTOS SESENTA Y OCHO GARAÑONES!!). El libro en cuestión ha dejado patidifusa a la muy católica y apostólica república italiana, tanto que los padres italianos han anunciado severas medidas a adoptar contra la difusión del librillo, inclusive la posible intervención de la Santa Sede. Por si fuera poco, la autora carga las tintas relatando que el contenido del libro es en cierto modo autobiográfico y -toma ya- que no refleja sino comportamientos muy extendidos en la vida real de los jóvenes de nuestra actualidad.
La sinopsis del "diabólico" libro es la que sigue, a grosso modo: Una adolescente que sufre en silencio la insoportable levedad del ser una adolescnte decide, para sobrellevar tan penosa carga, convertirse en un auténtico pendón desorejado y montárselo con todo y toda quisque, utilizando para ello la red de Internet y ofreciéndose como escava sexual a viejos y pervertidos en orgías multitudinarias, ritos satánicos, siendo objeto de sesiones de sadomasoquismo bestial y todo lo que se tercie.
No he leído aún el libro, pero prometo transcribir aquí algunos párrafos que no tienen desperdicio. Cada cual que se lo tome como quiera.

jewel de ^nyle

Que nadie piense que este artículo es sexista y perturbado; no, es que la tipa del título es una diosa pagana y cruel. Confieso sin acritud haberme excitado hasta limites insospechados para mi ante ese circunférico trasero de proporciones imposibles. Hace algún tiempo se decía entre el cotarro de adictos pornófagos que el culmen del morbo era el contraste del cuerpazo de diablesa de Sylvia Saint con su cara de angelical adolescente. Sylvia Saint acaba de abandonar el edificio, señoras y señores... larga vida a la nueva sacerdotisa del placer. Si no me creen, les recomiendo un visionado detenido de Anal Worship I y II. No es apta para cardíacos. La penúltima escena es de infarto (de hecho escribo esto desde la UCI) ¿Qué pasa? Oh, Dios mío. Jewel vestida de enfermeraaaaiieaaahhhh!!!!!